sábado, 1 de septiembre de 2007

Humificado

Día a día año tras año sumido en el vicio, un vicio que se consume al igual que me consume. Beso a beso me va atrapando y todo lo doy por ella, pero como casi siempre me abandona, pero tanto la quiero que la busco hasta que una vez más la vuelvo a tener, la vuelvo acariciar y descubro que cada día me deja un peor sabor de boca, un mal sentimiento conmigo mismo.
Nos es fácil dejar atrás a quien te ha acompañado durante muchos años en tu vida, pero a veces es lo mejor aunque cueste. Me cuesta mucho y no sé si conseguiré apartarlo de mi vida, pero a veces pierdo el control, tengo la necesidad de un nuevo beso.
Cada beso que le doy a ese cigarrillo me envuelve en humo, me nubla por dentro y va acabando poco a poco conmigo. Siempre me lo dijeron pero no quiese entender lo que mis oidos escuchaban, y es que me había juntado con una mala compañía y puede que ahora sea tarde, pero necesito fuerza de voluntad, una fuerza que no sé si conseguiré sacar de fuera, pues la fuerza bruta no es compatible con la fuerza moral. Es ahora cuando me surje la duda. ¿Qué fuerza en la que predomina en mí?
Tendré que luchar con mi conciencia.

No hay comentarios: