viernes, 30 de abril de 2010

Punto de encuentro

No se trata de un “deja vu”. El incesable bucle que se repite a través de los tiempos no parece ser cosa de hoy. El remordimiento es innecesario cuando sobra osadía, por ello hay quien prefiere retornar al punto de origen, a ese punto que un día ha sido punto de encuentro basado en la excusa “es mi primera vez” y amparada de los placeres de la noche decide regresar para borrar (o sustituir) una etapa de disfrute, en el mismo lugar y del mismo modo.
El daño no es solamente personal, es un daño a terceros, un tercero basado en alegaciones innecesarias cuando la madurez permanece ausente en los momentos propios de lujuria, un tercero recordado cuando todo se tuerce y parece que no sonríe la vida ni calienta el sol como uno se esperaba.
Y el punto de encuentro espera acompasado de la música… acompañado de los cantes de evasión de una sociedad que es real y está ahí fuera esperándonos a todos, uno a uno, día a día.

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