Soledad y monotonía rota por tu sonrisa
ensordecedor silencio hasta que llegaste
tu mirada sirvió para darme alegría
y la barra del bar nuestra única frontera.
Intercambio de opiniones sin decirnos nada
mientras uno a otro nos robábamos miradas
sonrisas regaladas por ambas partes
y la barra del bar nos separaba.
Suave tu piel cuando osé acariciarla
hermosa sonrisa que me regalaste
bonito susurro cuando me hablaste.
Bendita bendición el conocerte
en un sitio con tanta gente
en el cual fui más que un cliente.
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