Hace años, muchos años estaba felizmente enamorado en lo que era una bella infancia con sus bellos recuerdos. Amor verdadero en la edad en la que todavía no se sabía lo que era el sexo ni se sabía lo que era jugar con el miembro de uno mismo. Se trataba de un amor que marcaría mi vida como sigue haciendo a fecha de hoy. Ese flechazo de compañera de clase que un día dijo "si" cuando quería decir "amigo"... pero lo dijo y hemos ejercido de pareja felizmente enamorada hasta que nuestros caminos se separaron, hasta que nuestro cuerpo nos fue mostrando la naturaleza, y claro está que a simple vista estos detalles se notaban más en ella, en sus caderas y en sus pechos, mientras que la misma que a ella la hacía más hermosa a mí me daba obligaciones como la de afeitarme. Está claro que ambos estábamos creciendo, cambiando de etapa.
Años después (muchos años después) me encuentro con ella y sigue estando igual de guapa, incluso más que cuando la recordaba. Preciosa, divina y ante todo sigue con su humildad por delante, ante todo, sin negar un saludo ni una palabra... y puedo decir que hoy duermo feliz por qué resurgen recuerdos que no estaban olvidados pero si apartados.
A veces hay una serie de momentos en los que uno debe mirar atrás.
sábado, 4 de agosto de 2007
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